En un día cualquiera en nuestro Dojo, después de hacer un buen calentamiento (porque ninguno de nosotr@s somos ya un@s niñ@s, jajaja) nos gusta trabajar la técnica:
Después nos gusta poner en práctica las técnicas utilizando los paos, a ver qué tal sale:
Tanto trabajo de piernas:
Como de puños:
Para terminar con lo que más nos gusta, que es el Kumite; momento en el que realmente disfrutamos como niñ@s:
¡OSU NO SEISHIN!