En concreto, nos gustaría destacar un fragmento del final del vídeo que dice así:
Sosai Oyama reibía un flujo constante de cartas y fanáticos de todo Japón. Muchas de estas cartas se referían a estudiantes que se habían ido o habían sido expulsados de Kyokushin, a lo que Sosai Oyama respondía con gran angustia.
Querido Matsutatsu Oyama,
Nunca le he conocido en persona, pero como gran fan de Kyokushin, he leído todos sus libros.
En el pasado, muchos estudiantes le dejaron para comenzar su propia escuela; lo que es realmente decepcionante, ya que viven del karate de contacto total que creó.
Como pionero, debe haber pasado dificultades en el pasado, cuando su karate se consideraba herético.
¿Qué pasó con el espíritu?
Kyokushin honra el espíritu de la armonía. Es una familia. Pero me entran las dudas.
Lo siento mucho por usted, y por eso decidí escribirle.
Sosai Oyama, como japonés, es el orgullo del mundo.
A lo que Sosai Oyama respondió:
Estimado señor, gracias por su carta.
Como dijo, no nos hemos conocido, pero agradezco que me conozca y me escriba.
En cuanto a los estudiantes que han decidido dejarme, la culpa es solo mía.
Siento que nací para ser un budoka, no un líder.
El karate Kyokushin se ha convertido en una entidad enorme, con 400.000 estudiantes en Japón y 10 millones en todo el mundo.
Quería vivir como Miyamoto Musashi, pero ahora soy el jefe de una organización, y dirigir es muy difícil.
Tengo casi 70 años, pero es ahora cuando me doy cuenta de lo difíciles que son las relaciones humanas. He llegado a sentir las vanidades y las penas de los seres humanos.
Gracias por su amable consejo. En este momento, tengo muchos estudiantes cerca de mí en los qu epuedo confiar. También soy consciente que tenemos muchos seguidores leales como usted.
Gracias pro su consejo y su amable y honorable visión de Kyokushin.
Espero sinceramente que continúes apoyando a Kyokushin tan calurosamente como siempre.
Kyokushinkaikan, Matsutatsu Oyama.